¿Por qué cerrar ciclos es saludable?
Un ciclo es una colección de momentos o etapas de tu vida, que tiene un inicio, un desarrollo y un fin o completitud, que integran sensaciones, emociones, pensamientos y recuerdos, agradables o desagradables.
El rollo está cuando surge el apego… Reanalizar los porqués, repasar lo sucedido una y otra vez es un desgaste energético que puede ser interminable. Esta situación te atrapa en el pasado, manteniéndote en un un círculo sin fin y sin avance, haciéndote perder el contacto con el presente que es lo más valioso..
Comprender que pasar la página, cerrar ciclos o concluir etapas que ya no corresponden a tu crecimiento, es lo más adecuado para seguir adelante. Lo que pasó, hecho está, es realmente tóxico estar en el presente añorando el pasado. La vida es ir hacia delante y vivir lo que tenemos en el aquí y ahora.
Cerrar un capítulo, cerrar puertas o cerrar ciclos, no es olvidar, tampoco es evadir o ser indiferente. Si se deja puertas abiertas como “por si acaso” o posibilidades de “regresar”, cosas que falto por decir o necesidad de aclarar (¿a qué o para qué?) de nuevo no puedes vivir el hoy con satisfacción.
Comprende que lo que pasó ya cumplio su misión, claro si puedes afrontar algunas situaciones hazlo y resuelve, de lo contrario suéltalo, tu ser necesita trascendencia.
Eso sí, asegúrate, convéncete y define plenamente que lo que dejaste ir, se queda en el pasado porque ya no perteneces ahí, ya no encajas, recuerda que tu cambias, no eres el mismo de hace un mes o hace un año.
Cerrar un ciclo es desprenderte o soltar, a veces es necesario aprender a perder o a ganar. En todo caso mira el lado positivo, la lección que esa experiencia te dio, que incluye no volver a repetir algunas situaciones, de ser agradecido con los momentos que ya pasaron y comenzar a valorar las otras cosas importantes que tienes.
Cierro este artículo con estos 5 recordatorios, no tienes que seguir ningún orden pero estoy segura que de ellas puedes sacar mucho provecho y una fortaleza impresionante.
- Perdona, perdónate a tí primero, en sí perdonar es un beneficio de liberación y sanidad que te concedes, también comprender que no podemos evitar que otros nos decepcionen o lastimen, sin embargo aprender a soltar a no guardar rencores ayuda en esa liberación, no es algo sencillo, es un trabajo interno y profundo. Puedes iniciar con el hecho de utilizar frases como “me perdono, perdóname o te perdono” es tan valioso.
- No te aferres, a las cosas o personas, ten la conciencia de la ley de la impermanencia, la vida inevitablemente es un cambio constante y vas evolucionando en la medida.
- Ríndete y acepta, no indagues en encontrar respuestas que no existen, esto genera sufrimiento y frustración, no siempre todo es lógico, deja ya de buscar las 5 patas al gato. Todo lo que sucede son experiencias agradables o no que te hacen crecer.
- Despréndete, para lograr trascender la negatividad, permítete sentir tu tristeza, tu dolor, vive tu duelo y luego enfócate en ser empática contigo misma, cuidate para resurgir.
- Emprende, este es tu momento, momento de crear nuevos proyectos y hacer un plan de acción para llevar a cabo tus sueños.
A algunas personas les funciona hacer procesos externos para simbolizar cambios internos de superación como por ejemplo algunos rituales (click aquí para leer más) cómo: quemar cartas, fotos, cambiar de espacio, etc. Todo es válido para dar por hecho el cierre del ciclo.. Te deseo mucho éxito!
