Hay ocasiones en que cuando te sientes muy agotado o estresado, dormir o tumbarte un rato no parece suficiente.
Entonces destinar pequeños momentos del día a calmar el cuerpo y serenar la mente sin desentenderse de las responsabilidades parece lo más adecuado, de esta manera puedes ganar en salud y disfrutar más de tu día.
Recuerda que descansar no implica necesariamente no hacer nada, también existe la pausa o descanso activo, físico, mental, social y espiritual, que se basa en incluir cortos estímulos a tu agenda que sea capaz de renovarte.
Te recomiendo aplicar algunos de estos:
- Realiza una respiración profunda. Cuando te sientes en estrés entre tantas tareas o baja en ánimo, dedica unos minutos a realizar respiraciones completas.
- Estira tu cuerpo. Cuando pasas mucho tiempo sentada, tu cuerpo se entumece y tensa, una buena forma es realizar estiramientos para desadormecer los músculos y activar la circulación.
- Tomar una nap o echar una siesta sin dormir. Cuando has comido y te sientes invadido por un sopor y embotamiento es un buen momento para tomar un corto descanso de 10 minutos o un cuarto de hora, cuando retomes tus actividades, te sentirás más relajado, despejado y rendirás más. No se trata de dormir sino de cerrar los ojos y observar cómo se mueven, los distintos niveles e intensidad de tensión y vamos relajando por zonas en el cuerpo.
- Toma un masaje o automasaje. Dedica o regalate un instante de relajación para ti, permítete consentirte con un delicioso masaje.
- Camina al son de la música. Escucha música que te motive o inspire durante algún trayecto o un paseo, esto inyecta nueva vibra y energía a tu sistema.
- Pasea en un entorno natural. Dar un paseo por caminos naturales, playa, bosque, parques, te renueva y da un respiro a tu alma. Si además tapas los oídos, esto te centrará aún más en las sensaciones corporales y la relevancia en los detalles que observas.
- Fijar la atención en algún objeto. Cuando te sientes en angustia o algo te preocupa, concéntrate en un objeto puede ser la luz de una vela, una planta, un paisaje, el cielo, permítete observar sin describir, sin definir, sin nombrar, de esta forma ya no estás encasillando, solo contemplando. Esto te ayuda a centrarte en el presente, tener mayor control de los pensamientos y relajarte.
- Journaling o escribir. Expresar por escrito lo que sientes es un arte de soltar, descargar, aclararte. Puedes incluso crear listas, una de las cosas que te preocupan y otra de las posibles soluciones, esto entrena tu mente a una perspectiva más optimista.
- Dormir lo suficiente. Despertarte pausadamente con tiempo y calma te ayuda a sentirte en paz y renovado, para algunos son siete horas para otros ocho.
- Crear tu lista de amigos para contactar. Potenciar tus relaciones constituye una gran alegría a la vida y mantener el contacto frecuente es un buen antídoto, algunos estudios demuestran que quienes tienen tendencia a la depresión son aquellos que tienen menos amigos o más conflictos en sus vínculos. Entonces crear una lista reactiva tu vida social, mantener el contacto y cuidar de ellas incorporándolas a tu vida.
- Medita y contempla. Disfrutar cada latido de vida, del silencio interior es conectarnos con la conciencia.
¿Te ha pasado que a veces dormir no es suficiente? ¿cuál de estos has incluido o quieres incluir para renovarte en tu día?