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La aceptación y la no aceptación

    ¿Te permites sentir lo que sientes?, ¿Te permites pensar lo que piensas?. ¿Aceptas tus luces y sombras?, ¿Aceptas tu cuerpo?, ¿Confías y te abres a lo que la divinidad te tiene preparado?

    La aceptación de tus pensamientos, emociones, tu realidad actual, es una de las puertas para traerte al presente.

    Es cierto que a veces cuesta aceptar la vida como se presenta, sobre todo con aquellas situaciones, entornos, o personas que resultan desagradables o despiertan algún tipo de incomodidad; respondiendo habitualmente con el deseo de que todo sea diferente, con juicios, o sobre analizando una y otra vez lo que ocurre. 

    aceptación y no aceptación
    La aceptación de tus pensamientos, emociones, tu realidad actual, es una de las puertas para traerte al presente.

    Se invierte tanta energía en resistir que se cae en un estado de negación o rechazo, evadiendo cualquier dolor o sensación “molesta” que pueda surgir (en algunos casos llevando a conductas o hábitos que pudieran generar cierto “alivio” temporal pero resultan poco saludables a largo plazo, como comer en exceso, adicciones, aislamiento, procastinación, etc.)

    Cuando es justamente el oponerse tanto a esa realidad que se vive, lo que le da más fuerza para mantenerse. Esto no solo resulta desgastante, sino que además en el fondo crea mucho sufrimiento; y si algo debes saber de esto es que aunque el dolor siempre es inevitable, el sufrir sí es opcional.

    mujer meditando

    ¿Puedes sanar o superar algo que evitas?

    La verdad es que logras transformar solo aquello que logras reconocer.

    Precisamente una de las claves en la meditación es la aceptación; un paso fundamental para brindarte un estado de bienestar más allá de un breve instante de relajación.

    La no aceptación es permanecer en la lucha interna

    La no aceptación es permanecer en la lucha interna, resignarte como si no hubiera solución, quedándote en rol de víctima. Mientras que aceptar implica rendirte, no desde una perspectiva de conformismo o debilidad, sino de soltar la ilusión de control. Significa tener realmente la voluntad de pensar lo que tengas que pensar, y sentir lo que necesites sentir, sin que ello te defina por completo; observando objetivamente todo tu mundo interno y externo tal como es. Es entonces desde este lugar que con amor puedes afrontar lo que te sucede y ver qué hacer al respecto, extraer el aprendizaje que trae consigo, liberarte de condicionamientos que no son tuyos, y conectar cada vez más con tu verdadera esencia, con tu autenticidad.

    Practicar técnicas meditativas como el mindfulness por ejemplo, puede ayudarte a que sea mucho más fácil cultivar la aceptación. Prestando atención plena, sin juicios, al aquí y ahora. Entendiendo que los pensamientos son pensamientos, las emociones no son “positivas” o “negativas” sino simplemente emociones y que todo forma parte de la experiencia humana. Tomando mayor conciencia de tus reacciones ante las situaciones que se te presentan para así poder elegir desde tu propia sabiduría.

    sintiendo y abriendo el corazon

    Apóyate en la meditación para aceptarte cómo eres en este momento y cómo es la vida que hoy tienes ante ti. Tu energía cambia por completo cuando lo haces y te abres a confiar desde el corazón a lo desconocido; fluyendo y colaborando con el cambio, tu proceso con todo lo que ello involucra, y permitiéndote desde la consciencia y el amor incondicional, decirle sí a tu evolución.

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    aceptación y no aceptación